El uniforme del colegio está pensado y confeccionado para niños en edad escolar. Esto significa que es una prenda que se va a poner a prueba a diario porque la misión de los niños es explorar, descubrir y aprender con toda su energía. Por eso, nosotros tenemos que responder con un producto que se adapte a su ritmo. Este es nuestro compromiso con cada una de las familias.

Junto a ellas, sumamos esfuerzos para que cada uniforme que sale de nuestra fábrica sea durable y avale la confianza depositada en nosotros.

Así y todo, no llegaríamos a la excelencia si nos guardásemos para nosotros algunas sugerencias básicas para el cuidado del uniforme escolar.

Estos sencillos consejos los podrás poner en práctica desde el momento de la adquisición en la tienda.

  1. COMPRUEBA LA CALIDAD DE UNIFORME   

Lo más importante que hemos aprendido en Confecciones Paddy en estos 41 años de trayectoria es que, si hay que apostar por algo en la elaboración de un uniforme escolar, es en la calidad del tejido y los acabados.

Cuando adquieres el uniforme de tu hijo en la tienda recomendada por el colegio, sabes que es el propio colegio el que, de alguna manera, también confía en el producto y el servicio ofrecidos.

A esto, súmale un rápido análisis por tu parte: comprueba que el tejido sea de calidad. Que el corte sea limpio y no esté deshilachado. Las costuras deben ser rectas y no deben retorcerse. Cada botón debe estar en su sitio y cada cremallera debe abrir y cerrar sin problemas.

 

  1. CONFÍA EN EL COLEGIO CUANDO COMPRES EL UNIFORME

Si el propio colegio es el que te ofrece los uniformes escolares de tus hijos o bien te aconseja en qué tienda debes adquirirlos, ten en cuenta que esto tiene su motivo: la fábrica y el colegio van de la mano convirtiéndose el segundo en garante de calidad y confiabilidad del primero de cara a las familias. No en vano hacen cada año pedidos de centenares de piezas de infinidad de modelos, tallas y referencias. Esta relación suele ser muy larga en el tiempo y es garantía de mejora constante en calidad y servicio para todas las partes implicadas.

 

  1. EL LUGAR DONDE SE LLEVA EL UNIFORME ES EL COLE

Al llegar a casa, le ofreceremos rápidamente ropa de cambio a nuestros hijos. Si es necesario, pondremos el uniforme a lavar y, si no lo es, lo dejaremos doblado y listo para ser utilizado al día siguiente.

Esto requiere cierta disciplina por parte de lo niños y de los padres. Aplicar esta sencilla rutina va a evitar que expongamos el uniforme a más manchas o que se estropee por un uso indebido.

Si ya tenemos como rutina automática preparar cada prenda para el día siguiente, no está de más implementar el cambio de ropa como una forma sencilla y eficaz para preservar el uniforme escolar.

  1. REVISA LOS BOLSILLOS ANTES DE LAVAR

¿Cuántas veces nos hemos alarmado al escuchar golpes en el tambor de la lavadora? Suele ser por algún objeto que choca con las paredes y también suele pertenecer a uno de nuestros hijos. Puede tratarse de algo que han recogido en el patio y se han guardado en un bolsillo. Quizá sea tan solo una piedra o un juguete pero conviene que siempre revisemos los bolsillos porque se puede dar el caso de que un bolígrafo o una cera arruine toda la colada.

 

  1. SIGUE LAS INDICACIONES DE LA ETIQUETA DE LAVADO

Cada prenda suele tener sus propias indicaciones. Es importante no saltarse estas recomendaciones. Aquí tienes una imagen con la explicación de cada uno de los símbolos:

Si tienes cualquier duda, siempre puedes confiar en la profesionalidad y experiencia del personal de la tienda donde has adquirido el uniforme.

 

  1. INTENTA NO PLANCHAR EL UNIFORME        SISTEMÁTICAMENTE

Por supuesto que nos encanta que la ropa luzca como nueva. Pensamos que ese efecto sólo lo lograremos si planchamos a conciencia el uniforme escolar. Pero esto no siempre es necesario. Además, el planchado es un proceso agresivo para cualquier tejido.

Una forma de evitar tener que planchar cada prenda después del secado es tenderla lo más estirada posible.

 

  1. REMEDIOS CASEROS ANTI MANCHAS

Cuando la mancha no desaparece en el primer lavado, solemos pensar que podría irse en el segundo y sometemos a la ropa a un nuevo proceso debilitando cada vez más el tejido.

Las manchas de nuestros hijos suelen ser tan comunes como pintura, tinta, pegamento, rotulado o bien cola blanca. Cada una de ellas tiene su remedio casero.

Para la tinta, introduciremos la parte de la mancha en una taza con leche caliente durante media hora o cuarenta y cinco minutos antes de introducir la prenda en la lavadora.

Para la cola blanca, es muy efectivo frotar la zona afectada con acetona y un algodón.

El rotulador se va frotando medio limón sobre la mancha.

El pegamento lo podemos quitar sumergiendo la prenda en una solución de agua y vinagre y cepillando la zona con un cepillo para la ropa.

 

  1. TIENDE LA ROPA DEL REVÉS

Otro factor agresivo para la ropa es la exposición excesiva al sol. Los rayos UVA son nocivos para el tejido. Hace que se pierda el color tras cada proceso de lavado-secado. Por eso, lo más fácil para preservar los colores del uniforme de tu hijo es dando la vuelta a cada prenda. Por supuesto, debes retirar la ropa una vez que esté seca. No hay por qué exponerla más de lo necesario.

Como puedes comprobar cada uno de estos sencillos consejos son de sentido común pero no está de más que los tengamos en cuenta.

Como padres, todos queremos que los uniformes de los niños duren el máximo tiempo posible. Incluso los hermanos menores podrán heredarlos de sus hermanos mayores.

Además, esto es una rutina que podemos integrar fácilmente en nuestro día a día.

 

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